Misiones
Hoy en nuestra noche se tocaron dos puntos muy importantes; primero la semana misionera, es casi increible ver cuántas personas no conocen de Cristo y más aún cuántas a pesar de oir de él no le conocen en realidad y a cuántos no les ha llegado aún el mensaje; es algo triste conocer esa realidad; Marcos 16: 15 dice: "Id por el mundo y haced discipulos", versículo que identifica muy bien el trabajo de los misioneros, aunque algunas veces perdemos de vista que este versículo no es solo para ellos sino para todos, siempre tenemos la posibilidad de conocer alguien que aún no tenga una relación con el Señor y que no haya escuchado de él, ahí con esas personas está nuestra misión.
Cobertura
"El que mora bajo el abrigo"
(Lee el salmo 91)
El Señor es nuestro refugio, nuestro auxilio, nuestra fortaleza, bajo sus alas no hay temor de saeta nocturna, ni de sombras, en él no se teme caer, porque él ha prometido librarnos y ser nuestra salvación.
Esta noche. Una reflexión
Una noche donde no se podía dejar de sentir el mover del Espíritu en cada corazón, exaltando la grandeza del Señor, dando gloria por su hermosura y el poder de su presencia, rendidos ante su amor, que no tiene palabras.
Cómo estar en él y seguir siendo el mismo?, cómo estar en su presencia, bajo su amor y seguir inmutable? No es posible, siempre algo va a cambiar, tener un encuentro real con Jesús es algo que no se puede ocultar, tu corazón ardiendo por él se refleja en tu rostro, como cuando Moisés estaba ante él; al estar con él nuestro rostro se ilumina.
Cómo estar "rendido ante ti sin llorar como un niño" dice una hermosa canción, no podemos encontrarnos con él y seguir igual.
Nuestra oración diaria debe ser su cobertura, estar en sus brazos, en su presencia a toda hora, grandes son los regalos de buscar el amor más grande que existe.
Una vez más el Señor nos mostró su fidelidad, la inmensidad de su amor, en cada detalle de esta noche, en las personas presentes, en las personas encargadas de dirigir la reunión con él, en el compartir.
El Señor es fiel y ve los corazones, sin importar lo que pase, quienes falten, quienes lleguen, cuando las cosas se hacen con humildad, para glorificarlo a él, todo sale bien, porque el Señor nos ama y está ahí respaldando lo que hacemos, poniendo las palabras adecuadas, dejando que veamos, con el corazón emocionado, el dulce mover de su presencia.
Escucharte hablar. Marcos Witt