Qué significa obedecer?
El verbo heb. sama> b que significa “escuchar a”. en el NT se utiliza un verbo compuesto que también significa “oír”.
Según el diccionario bíblico “La obediencia cristiana significa imitar a Dios en santidad, y a Cristo en humildad y amor”.
Entonces el obedecer a Dios significa escuchar a Dios y actuar conforme a lo que hemos escuchado de él, a través de su palabra y sus revelaciones.
Este es un tema del cual hemos escuchado hablar bastantes veces y con múltiples ejemplos de personajes históricos como Abraham, Noel, Samuel, Jesús. Al ver todos estos ejemplos me hace pensar en qué está detrás de la obediencia.
Qué motiva nuestra obediencia?
El temor? El miedo al castigo, a las consecuencias? Sentirnos fuertes? Orgullo?
Según el diccionario bíblico lo que nos motiva a obedecer es la gratitud por la gracia recibida.
Probablemente todas estas motivaciones son ciertas y la vivimos con constancia, sin embargo el principal motivo de nuestra obediencia debe ser siempre el amor, nuestro amor por el Padre.
Si fuera posible tener más información de la vida de Abraham probablemente llegaríamos a la conclusión de que él iba a dar a su hijo Isaac en sacrificio porque su amor por Dios era aún mayor que el amor por su hijo, fruto de esa promesa por la que esperó tantos años.
En el caso de Noé, probablemente su amor por Dios era tal que no le importaba que lo llamaran loco, me lo puedo imaginar yendo al bosque con sus hijos a buscar madera para construir el arca, con una sonrisa en su rostro, una sonrisa de un enamorado pensando en su amada.
Se pueden también imaginar el gran amor a Dios que tuvo María, no le importó arriesgar su vida, su reputación y todo lo que tenía, por ser fiel y traer al mundo al hijo de Dios, simplemente un amor incomparable.
Muchos otros ejemplos de obediencia por amor podríamos encontrar pero ninguno tan grande ni tan claro como el mismo Jesús. Jesús en uno de sus discursos nos dice claramente que si amamos al Padre le obedeceremos. Si nos vamos al evangelio según Juan, en el capítulo 14, mientras Jesús habla con sus discípulos, estando a punto de ser entregado, dice varias veces que obedecerle es amarle, en el verso 15 que dice:
15 si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos
Más adelante en el mismo capítulo (Juan 14: 22-23) dice:
Judas (no el Iscariote) le preguntó:
Señor ¿por qué vas a mostrarte a nosotros y no a la gente del mundo?
23 Jesús le contestó:
el que me ama hace caso de mi palabra; y mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con él.
Y una vez más en ese capítulo Jesús dice que el obedece porque ama al Padre, aunque eso implicara perder su vida, sabemos que Jesús sufrió y pidió de ser posible no pasar por la cruz, sin embargo por amor obedeció.
Lo podemos leer en Juan 14: 30-31
30-31 “ya no hablaré mucho con ustedes, porque viene el que manda en este mundo. Aunque no tiene ningún poder sobre mí, 31 así tiene que ser, para que el mundo sepa que yo amo a mi Padre y que hago lo que él me ha mandado” levántense. Vámonos de aquí.
Por lo general cuando se repite una frase, una consigna en un espacio corto de tiempo es porque es algo importante y a lo que queremos darle énfasis, el obedecer por amor es algo realmente importante y algo que facilita nuestras pruebas sin duda.
Quiero que hagamos una pausa en este momento, quiero que dicho esto te preguntes qué motiva tu obediencia? Yo de confesar que no siempre es por amor, muchas veces es por un deber más que por un querer.
Cuando me detuve para hacerme este examen entendí algunas cosas, tal vez ustedes ya las sepan, si no pues que dicha aprendemos juntos.
Me di cuenta que cuando hago la voluntad de Dios por un debo hay como un esfuerzo extra, algo que me cansa, que me carga, muchas veces me siento débil para obedecer y en mi humanidad reniego de la prueba que tengo al frente, otras veces recuerdo que “ Dios se gloria en nuestra debilidades” ( 2 corintios 12: 9) y salgo avante con mayor facilidad, sin embargo ahora que he entendido que mi obediencia debe ser motivada por mi amor al Señor el hacer la voluntad de Dios se me ha vuelto más sencillo y con un corazón más alegre, he entendido que mi obediencia es un regalo, un detalle que preparo para mi amado, una forma de demostrarle cuanto le amo, como cuando le hacemos una tarjeta a nuestra mamá o compramos un regalo para un amigo; de igual manera mi obediencia es una muestra para mi Padre de cuánto lo amo. Antes no entendía por qué se me hacía tan pesado obedecer algunas veces si el Señor dice que su carga es ligera (MATEO 11: 30) y es justo por eso porque no siempre lo hago por amor.
Pueden estar diciendo en este momento, que bonito suena, pero a la hora de la hora no es tan fácil como hacer una tarjeta, y ciertamente resistir la tentación y hacer lo correcto no siempre va a ser sencillo. De sobra sabemos que pasaremos pruebas, aflicciones y algunos incluso muerte por el nombre de Dios, sin embargo incluso eso lo pasaremos por amor, el amor todo lo soporta, bien lo dice Pablo ( 1-cor 13:4-7)
“ 4El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.[1]
Después de ver la relación de mi obediencia con el amor por el Padre entendí por qué el Señor nos pide le amemos sobre todas las cosas, cuando le amamos de esta forma somos capaces de renunciar a lo que sea, somos capaces de convertirnos en super hombres y super mujeres y salir adelante, con tropezones y raspones a veces, pero siempre con la mira en la meta sobre el camino correcto y entender lo que dice en 1-Juan 5:3
“en esto consiste el amor a Dios: en que obedezcamos sus mandamientos y estos no son difíciles de cumplir”
Reflexiòn por: Gaudy Lòpez, Ministerio de Oraciòn, Vida Abundante del Este
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